Pedimos claridad.
A veces la deseamos con tanta fuerza que la buscamos en todas partes: en una lectura, en un sueño, en un eclipse, en una carta astral.
Y un día, el cielo responde.
Venus se pone directa…
Y lo que antes parecía confusión, se revela como verdad.
Una verdad que no grita, pero se siente en el cuerpo.
Una certeza que, una vez que aparece, ya no puede des-aparecer.
Las señales están ahí.
💔 Esa relación que ya no encaja como antes.
💸 Esa decisión que no te representa más.
💬 Esa conversación que evitaste mil veces.
Ahora todo se muestra. Sin filtros. Sin excusas.
Y sí, puede doler.
Porque a veces la claridad no viene con alivio, viene con movimiento.
Con esa incomodidad sagrada que te dice: ya no podés quedarte donde no hay verdad.
Venus despierta… y despierta en vos el deseo real
🌪️ El caos no siempre es un problema.
A veces es orden que todavía no entendiste.
Y cuando Venus arranca directa, te muestra con precisión quirúrgica qué parte de vos ya no quiere seguir negociando.
Ese deseo suave pero persistente.
Eso que sabés que merecés, pero todavía no te animaste a elegir.
Esa voz que te dice: ya está, ya entendiste, ahora te toca actuar.
Y justo ahí, cuando ves claro, llega el momento de decisión:
¿Qué vas a hacer con esta nueva versión tuya que está despertando?